Los papeles pintados con textura tienen ventajas competitivas significativas:
Primero, presentan texturas tridimensionales o delicadas. En comparación con los papeles pintados de color liso, ofrecen una mayor sensación de estratificación; mientras que frente a los papeles pintados con grandes patrones, resultan más discretos y sutiles. Son adecuados para diversos estilos decorativos como los modernos, japoneses y franceses, mejorando fácilmente la elegancia del espacio. Además, sus texturas pueden ayudar a reducir la visibilidad de imperfecciones en las paredes.
Segundo, visualmente, son suaves y no deslumbrantes. Pueden mostrar cambios sutiles de textura bajo diferentes condiciones de iluminación, aliviando la fatiga visual y creando un ambiente cálido y confortable para vivir.
Tercero, la mayoría de sus materiales tienen propiedades resistentes al desgaste, a las manchas y son transpirables. Las manchas diarias pueden limpiarse fácilmente, y algunos incluso son resistentes a la humedad y al moho, lo que facilita su mantenimiento. Son adecuados para áreas de uso frecuente como salas de estar, dormitorios y estudios.
Cuarto, presentan ricos detalles de textura y pueden combinarse con diferentes elementos de decoración para crear de forma flexible estilos espaciales. No solo satisfacen la búsqueda del público por la estética textil, sino que también se adaptan a diversos escenarios como decoración doméstica y decoración comercial, abarcando un amplio rango de audiencias.